En el corazón de este proyecto arquitectónico, destaca una majestuosa escalera de hierro que conecta la farmacia en la planta baja con la vivienda ubicada en la primera planta. Este elemento, más que una simple conexión entre niveles, se convierte en una pieza clave del diseño, combinando robustez, funcionalidad y estética.

Desde los cimientos de la construcción, esta escalera fue concebida como un elemento integrador, capaz de fusionar la actividad comercial con el espacio privado de forma armoniosa. Su estructura de hierro, de gran tamaño, aporta solidez y durabilidad, mientras que su diseño permite que la luz fluya entre los espacios, otorgando amplitud y modernidad al conjunto.

Además, esta escalera simboliza la conexión entre dos mundos: la dinámica y el movimiento de la farmacia en la planta baja y la tranquilidad del hogar en la planta superior. Una solución arquitectónica que no solo responde a las necesidades prácticas del proyecto, sino que también eleva la experiencia visual y funcional de quienes la transitan.

Sin duda, esta escalera es un ejemplo perfecto de cómo un elemento estructural puede convertirse en un protagonista indiscutible dentro de una obra que combina creatividad y precisión desde su concepción.

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